Actividad IDECA.– El Jueves 28 de diciembre de 2017, se realizó el I Taller de Fortalecimiento: ¨Tierra y Territorio (Bono Agrario)¨, con los hermanos y hermanas de la Parcialidad de Cangachi del distrito de Huacullani, en el marco de la Autonomía y Libre Determinación de los Pueblos Originarios.

En la reflexión colectiva, para la mejor comprensión sobre el tema se ha preferido comprender la concepción de tierra y territorio desde la época prehispánica, para percibir cómo ha venido cambiando el sentido de la posesión colectiva a la propiedad individual, con la invasión española, pasando por las época colonial y republicana hasta la reforma agraria.

Desde hace muchas décadas el Estado peruano ha descuidado su responsabilidad ante los Pueblos Originarios como es garantizar, proteger y reconocer el derecho de propiedad colectiva y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan (Cf. Convenio 169 OIT, Art. 14). La insurgencia de la reivindicación de los Pueblos Originarios, en el Perú, surge en defensa de los recursos de su territorio ante las políticas de los gobernantes que están más preocupados en promover la inversión nacional y extranjera. Cuando los Pueblos Originarios tienen la existencia milenaria incluso mucho antes de la constitución del Estado peruano, con su propia forma de administración de sus recursos, creemos que el Estado debería reconocer la existencia de los Pueblos Originarios en el territorio nacional, lo que implica respetar y revalorar los conocimientos de dichos pueblos y proteger la posesión colectiva de la Parcialidad Cangachi y de las comunidades del Pueblo Aymara.

El Bono Agrario surge con la Reforma Agraria en el gobierno de Velazco Alvarado. En realidad, comienza en los años cincuenta con la insurgencia de los “indios” en recuperación de sus tierras ante los hacendados. Posteriormente, el 24 de junio de 1969, el gobierno de Velazco promulga el Decreto Ley No. 17716 (Ley de Reforma Agraria) con el lema “La tierra es para quien lo trabaja”. La Reforma Agraria consistió en la expropiación de predios a los hacendados y pasó, en un primer momento, a ser de dominio estatal, y luego fueron distribuidos entre campesinos y pequeños agricultores organizados en cooperativas y sociedades agrícolas. Las personas expropiadas obtuvieron el derecho a ser indemnizados según una tasación realizada por el Estado y sobre la base de un justiprecio (precio justo) cuyo pago era imperativo por mandato constitucional. Es así como surgió el Bono Agrario; asunto que hasta el momento no está resuelto y que queda en enigma, a pesar de que han pasado varias décadas desde la Reforma Agraria.

Por otro lado, desde la perspectiva de los Pueblos Originarios, tal como manifestaron los hermanos de la Parcialidad de Cangachi, las tierras que ocupan ellos ha sido siempre de ellos, ancestralmente, incluso desde mucho antes de la invasión española. Por tanto, la tierra no es ni siquiera para quien lo trabaja sino Aka uraqenakajj nayrapachatsa nanakankapuninwa (jiwasankapuninwa), ukatsti uka español janq`o jaqenakaw purinisinjja ch`amapampi aparsitustojja. Ukatsti uka reforma agrariampiw uraqenakjja kutjjarurusitustojja, ukatwa jani kunas uraqetjja pagañasakiti, ukatwa antisas taqeni mayachasipjjañasajja; entonces, la deuda del Bono Agrario es la deuda del Estado.

En el taller también se resaltó el fortalecimiento de la organización comunitaria, así como habitar en sus territorios de acuerdo a sus usos y costumbres.

La actividad se realizó en coordinación con los miembros del programa Pueblos Originarios y Medio Ambiente de Instituto de Estudios de las Culturas Andinas (IDECA Perú).