Hermanas y hermanos de las naciones aymaras, q´ollas y quechuas en Argentina, Perú y Bolivia; el pueblo nasa en Colombia, mayas peninsulares y tzotsiles en México; nos convocamos a participar en el XXVII Encuentro de Teología y Pastoral Andina, en el Valle de Santa Vera Cruz de Qhochapampa (Pampa de lagunas) -Cochabamba, Bolivia-, los días 04 al 08 de setiembre de 2017, con el fin de compartir y dialogar sobre las prácticas del Buen Vivir, tema de nuestro encuentro.
Iniciamos el encuentro haciendo memoria de nuestros abuelos, Narciso Valencia y Alejo Choque, quienes se han adelantado en esta vida, y ahora nos acompañan con su ajayu (espíritu). Junto a ellos, durante estos días, y a la luz de nuestras tradiciones y raíces culturales, hemos analizado la realidad social, política, económica y ambiental que vivimos.
Nos dimos el espacio para compartir desde nuestras experiencias, y nos acercamos a la vida cotidiana del pueblo cochabambino, para experimentar que el Buen Vivir se da en las prácticas del día a día. También compartimos la experiencia del Buen Vivir en el Estado Plurinacional de Bolivia, la justicia restaurativa en contraposición a la justicia punitiva, la felicidad y el desarrollo presentado desde los derechos humanos y el medioambiente. Posteriormente, reflexionamos sobre el Buen Vivir y algunas experiencias pastorales de los pueblos indígenas en Argentina y sobre la problemática de la migración en México. Compartimos también, la reflexión de espiritualidades y teologías desde el Buen Vivir, con perspectiva bíblica y teológica.
Quienes participamos en el Encuentro nos dimos a la tarea de reunirnos en mesas de trabajo para analizar, debatir y presentar propuestas de acción pastoral sobre nuevas relaciones de género, medio ambiente, jóvenes, migración y ciberespacio, y después del plenario. Entre los compromisos más importantes resaltamos:
Invitamos a nuestros hermanos y hermanas indígenas a mantenernos vigilantes y a estar preparados para defender el derecho al Buen Vivir. A las organizaciones y movimientos sociales, los animamos a que juntos sigamos tejiendo las redes de la solidaridad.
A los gobiernos les instamos a que operativicen coherentemente la justicia ambiental, en lo que se refiere al extractivismo, la deforestación y la mega-minería. Escuchen a los pueblos indígenas, respeten su organización su lengua y su cultura. No permitan que los derechos humanos y laborales de los migrantes sean violados.
A los gobiernos y a las iglesias: les hacemos llegar nuestra determinación de que las mujeres hemos decidido hacer valer nuestro derecho de participación política, ciudadana y eclesial en todos los niveles y cargos donde se decida el destino y el Buen Vivir de nuestros pueblos.
A los representantes de las iglesias reclamamos una intervención directa sobre las realidades expresadas.
A las y los jóvenes de Abya Yala: tengan presente los valores de la cultura ancestral y la escucha de los abuelos y abuelas. Jóvenes: recuperen la memoria ancestral de nuestros pueblos a través del encuentro de saberes para que puedan enfrentar los retos, para alcanzar una vida digna y justa a partir de nuevos modelos sociales que aseguren la dignidad y la justicia de nuestros pueblos desde las fuentes de las sabidurías del Buen Vivir.
Nuestra participación en este encuentro teológico pastoral ha fortalecido nuestras redes y lazos de solidaridad. A la luz de este Encuentro afirmamos nuestro derecho al Buen Vivir, y rechazamos todos los mecanismos de explotación que utilizan los que han usurpado el poder para el aniquilamiento de nuestras raíces ancestrales y la destrucción de los bienes naturales que la Madre tierra nos provee.
Durante el encuentro tuvimos la oportunidad de celebrar la vida con ritos de nuestras culturas ancestrales, que nos lleva al compromiso de seguir viviendo las prácticas del Buen Vivir en nuestras comunidades.
Expresamos nuestra solidaridad al pueblo de México por los tristes sucesos que se están dando por el terremoto que se sintió hoy en varios Estados de este país.
Aymaras, q´ollas, quechuas, nasa, mayas peninsulares y tzotziles, decimos: “¡Corazón del cielo, corazón de la tierra: aquí estamos!”.
09 de septiembre de 2017, Valle de Santa Vera Cruz de Qhochapampa.