IDECA NOTICIAS.- En 1975 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer y en 1977 proclamó la misma fecha como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, cuyos antecedentes se remontan a la primera convocatoria que tuvo lugar en Alemania, Austria y Suiza para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Desde entonces hasta hoy, numerosos países celebran esta fecha importante.

El 8 de marzo no sólo debe ser un día para celebrar, sino también para repensar los desafíos que todavía tenemos como sociedad, para buscar la equidad de género y luchar contra los embates del cambio climático que afecta a millones de mujeres en el mundo, sobre todo aquellas mujeres de pueblos originarios que dependen en alto grado de los recursos naturales.

“No festejamos nada. Es un día para mantener en debate que tenemos tareas pendientes, que las brechas de género no se cierran solas”, fueron las líneas escritas por Carolina Trivelli en su columna del Diario Perú 21 (07/03/16). Trivilli, quien es investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP); fundadora y exministra del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, afirma además que:

“Hay avances en el cierre de algunas brechas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en 97 países del mundo, las mujeres son la mitad, o más, del total de los estudiantes de educación superior (WEF, 2015). Pero este mayor acceso a la educación no se traduce en una presencia paritaria en el mercado laboral ni en cargos directivos o de representación. De los 97 países con paridad en el acceso a educación, en 68 las mujeres representan la mitad o más de los trabajadores calificados y solo en cuatro países (de 97) las mujeres son la mitad o más de los líderes políticos o de representación”.

Muchas mujeres trabajan y tienen mejores oportunidades, pero aun no logran alcanzar los mismos derechos que los hombres en una sociedad liberal atravesado por el machismo, la discriminación y la exclusión. Reducir las diferencias entre los géneros en los mercados de trabajo, la educación, la salud, la participación política, y otros ámbitos, es uno de los mayores desafíos de sociedad y las políticas públicas implementados por los gobiernos y diversas  organizaciones.

La igualdad de género es un derecho humano fundamental, y por lo tanto es tarea de todos asumir responsabilidades para lograr la equidad de género.

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Foto: Facebook (MiPuno.pe)