El 10 de marzo de 2020, en el teatro municipal del distrito de Desaguadero (Perú) se realizó un Conversatorio para celebrar el Día Internacional de la Mujer, donde la Organización de Mujeres Aymaras Bartolina Sisa de la provincia Chucuito (OMABASI) participó activamente en alianza con el Instituto de Estudios de las Culturas Andinas (IDECA Perú). La presidenta de OMABASI, Edith Calisaya Callamollo, en su participación señaló la importancia del apoyo mutuo entre las mujeres: «A veces entre mujeres nos miramos mal, y cuando estamos por salir adelante, vemos cosas malas en otras y hablamos mal de ellas, pero así nunca se van a perder estos tipos de discriminación y peleas. Nosotras mismas debemos corregirnos, si nos equivocamos entre mujeres debemos conversar y corregirnos».

En el evento, que fue organizado por el municipio de Desaguadero con el apoyo de OMABASI, las mujeres invitadas de varias organizaciones expresaron sus preocupaciones respecto al tema de violencia familiar y la falta de acceso a la justicia. En varios casos, funcionarios habían negado la atención a mujeres que acudieron a la policía o pidieron apoyo psicológico. «Hay discriminación por parte de nuestras autoridades, incluso nos dicen que nos callemos, y no debe ser así», confirmó Edith Calisaya Callamollo. «Cuando las mujeres queremos salir adelante, las autoridades se ponen machistas, y no solo los hombres, sino también las mismas mujeres», refirió la dirigente.

Las autoridades de diferentes entidades privadas y públicas presentes, en respuesta a estas dudas, aseguraron que el derecho de cada ciudadana y ciudadano es hacer denuncias o recibir ayuda de las autoridades correspondientes, de forma inmediata y sin ningún costo. Resulta que existe un cierto desconocimiento del marco normativo por parte de muchas mujeres, por lo tanto OMABASI trabaja, entre otras, la temática de derechos de la mujer para fortalecer sus miembros en el ejercicio de las mismas.

La legislación del Perú contiene varias normativas para la protección de las mujeres, y así les da herramientas para hacer denuncias, por ejemplo la «Ley 30314 para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos», la «Ley 27942 de Prevención y Sanción del Hostigamiento Sexual» o la «Ley 30364 para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar»; esta última indica, entre otros, que dentro un plazo máximo de 72 horas luego de la denuncia, el juzgado de familia debe evaluar el caso y resolver en audiencia oral la emisión de las medidas de protección necesarias para luego remitir el caso a la Fiscalía penal para iniciar el proceso.

Sin embargo, según el Observatorio Nacional de la Violencia contra las Mujeres, solo un 30% de las mujeres afectadas buscan ayuda en una institución. Partiendo de la información de parte de la Policía de Puno que recibió 1.200 denuncias por violencia familiar solo en los primeros 20 días del año 2020, se puede deducir una cifra mucho más alta. A nivel nacional, el 63% de las mujeres han sido víctimas de violencia económica, psicológica, física o sexual alguna vez por parte de sus parejas (dato de Endes 2018), y 12 mujeres son víctimas de feminicidio cada mes. El primer caso de feminicidio del 2020 ocurrió en Puno el 4 de enero. El 2019, 165 mujeres fueron asesinadas en el Perú.

Estos datos ameritan una reflexión y un compromiso real, no solo de las entidades públicas y privadas, sino también de las mismas organizaciones de mujeres para revertir la situación de violencia familiar.

En el encuentro de Desaguadero, varias participantes preguntaron sobre el protocolo de denuncias en casos de violencia familiar y otros: Para denunciar un acto de violencia, se debe acudir a la policía del municipio correspondiente, con su DNI, y narrar lo sucedido. Si la policía no quiere atender a la victima de forma inmediata o pretende cobrarla, no está cumpliendo con su deber y está cometiendo un delito, lo cual puede ser motivo de denuncia en el ministerio público. Para asegurarse de la atención por parte de las autoridades y contar con apoyo emocional, es recomendable no acudir a ellas sola, sino acompañada por un grupo de mujeres de su entorno.

En caso de dificultades con las autoridades y para ser atendida de forma adecuada, igual se puede acudir a un Centro de Emergencia Mujer (CEM), el cual cuenta con personal capacitado para tales casos y tiene abogados y abogadas que pueden acompañar a las mujeres afectadas en el proceso de denuncia tanto como en su revisión médica. La revisión por un médico o una médica legista es fundamental, ya que su certificado médico figura como prueba principal para un proceso. Es crucial que la denuncia y la revisión médica se realiza de forma inmediata.

Finalmente, Edith Calisaya resaltó: «nos dicen que es el Día Internacional de la Mujer, pero yo no lo veo así. Recién vamos a celebrar el Día de la Mujer cuando se acabe todo tipo de discriminación – ahí vamos a hacer una fiesta y vamos a celebrar con mucha alegría».